Estoy contento pues hoy despues de muchos años recordé un poema muy querido. Nunca me he considerado muy dotado en la sensibilidad poética, pero cuando tenía 7 años (78-79 que lejos suena), tenía que llevar a clases una demostración de mis talentos. Nervioso no sabía que hacer y mi papá me hizo memorizar un poema. Como no me lo aprendía me acosté frustrado. A las 5 de la mañana me levantó y me lo aprendí. Desde ese día aprendí 2 cosas. La primera que podía hablar en público, aunque tardaría algunos años mas en darme cuenta que lo podía hacer bien y la segunda a estudiar a esa hora. Durante mucho tiempo en la universidad cuando ya no podía mas prefería acostarme temprano y levantarme a las 5 a estudiar. El poema es del afamado Medardo Angel Silva y lo reproduzco a continuación:
Se van con algo mio
Se va con algo mio la tarde que se aleja...
Mi dolor de vivir es un dolor de amar
y, al son de la garúa, en la antigua calleja
me invade un infinito deseo de llorar.
¿Que son cosas de niño, me dices?... ¡Quién me diera
tener una perenne inconcienscia infantil,
ser del reino del día y de la primavera,
del ruiseñor que canta y del alba de abril!
¡Ah, ser pueril, ser puro, ser canoro, ser suave
---trino, perfume o canto, crepúsculo o aurora---,
como la flor que aroma la vida... y no lo sabe,
como el astro que alumbra las noches... y lo ignora!
Lo mas increible es que recordé las dos primeras líneas y como hace unos meses mi papá me regaló un libro con toda la poesía de Silva lo pude buscar a partir de lo que me acordaba. Mas extraño aún es que resulta muy apropiado para los tiempos que vivo. Y que alegría me acordarme de estas memorias de mi infancia.
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